Escrito por Josete.
Para la mayoría de los padres, un simple trayecto diario de los niños al colegio, suele a menudo ser algo rutinario, nunca se nos ha pasado por la imaginación que pudiera representar un peligro de muerte, el asitir a unas meras clases de primaria.
Un pensamiento claro para los habitantes de la aldea de Gulucan, en el oeste de China, donde los niños, todos los días, deben cruzar un estrecho camino tallado, a unos 1600 metros de altura de un rocoso acantilado.
Es la única forma de poder llegar a la escuela de primaria "Gulucum", rodeada de grandes montañas, estos niños se juegan la vida diarimente, para poder ejercer mínimamente, una educación muy necesitada en estos lares.
La aldea ha permanecido impasible en el tiempo. 26 años lleva el profesor Bao, ejerciendo en este recóndito colegio de las grandes montañas del Xinjiang.
Información en Daily Mail
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