Antes del final, un lejano segundo en la vida, apartado de la incesante locura de la adultez, de las fugaces pasiones juveniles, de los esteriles ideales adolescentes, lejos de la bruma proveniente de la audacia de vivir con motivos francamente insustanciales, un instante vestido de eternidad brillante en la que recobramos con alegría una nueva inocencia con brios de sinceridad y seriedad que nos corona de nubes albas, una etapa en la que el espíritu retoza como en aquellos primeros días, acaso, la segunda infancia. ¡Id por vuestras canas!
Anime Hitam Aesthetic
Hace 7 meses
2 comentarios:
Un momento de lucidez de los que no abundan¡¡¡
saludos
Anhelo ese instante. el precio, aunque parezca caro, es ínfimo: los dolores propios de la decrepitud
Publicar un comentario
Cuéntanos los que quieras