El adiós de Manute, el guerrero

Manute Bol nació en 1962 en el seno de la tribu Dinka de Sudán. Los miembros de esta etnia se caracterizan por su altura y delgadez. Bol alcanzó los 2,31 m pero su abuelo parece que llegó a medir cerca de 2,40 m.

Un primo suyo, estudiando en Estados Unidos, habló de la fenomenal talla de Manute y de que la primera vez que quiso machacar el aro en un partido se había partido los dientes contra el aro... los caza-talentos volaron a áfrica a buscarle.

Tras una temporada en la Universidad de Bridgeport, Manute fue elegido con el número 31 Draft de la NBA de 1985 (el mismo que Sabonis fue nº37 y Fernando Martín nº38).

Cuando Manute Bol debutó en la NBA ese año se convirtió en el jugador más alto de la historia de la liga, con sus 231 cm, su tremenda envergadura y su extrema delgadez que le daban un aspecto casi parecido a un opilión

En sus 10 temporadas jugó en Washington Bullets, Golden State Warriors, Philadelphia 76ers y Miami Heat. En su carrera consiguió más tapones que puntos y batió los records de tapones para un novato (397), tapones por minuto jugado (0,2), tapones en una jugada (4), tapones en un cuarto (8, 2 veces), tapones en medio partido (11) y el segundo mejor de tapones en un partido (15).

En la temporada 1987-88 coincidió en el equipo con Tyrone Bogues, el jugador más bajo de la Historia de la NBA con 1,59m.

En su etapa de Golden State empezó a "aficionarse"a tirar triples llagando a tener la constumbre de tirar, al menos, uno por partido con un estilo más bien pésimo pero una efectividad aceptable. Su record es anotar seis triples en un partido.

En Seattle, la habitación 2064 del Holiday Inn Hotel todavía tiene una cama de dos metros y medio de largo de cuando Bol residía allí.

Woody Allen bromeaba en uno de sus monólogos que Manute era tan delgado que ahorraba mucho dinero a su club ya que en lugar de pagarle el avión lo mandaban por fax de una ciudad a otra.

En 1994 aquejado de artritis en muñecas y rodillas abandonó la práctica profesional del baloncesto.

Mucho del dinero que ganó gracias a la NBA lo dedicó a dar apoyo económico a su extensa familia, a la extinción del hambre, las enfermedades, las injusticias y la guerra que azotan brutalmente su tan querida patria y a financiar el movimiento rebelde Armado de Liberación en la guerra civil de su país.

Los Miami Heat multaron una vez a Manute por no acudir a dos partidos. Cuando se investigó que estaba haciendo se descubrió que había estado participando en Washington en unas conversaciones de paz entre líderes rebeldes sudaneses.

Su falta de visión empresarial hizo que el poco dinero quiso ahorrar para él lo perdiera en varias bancarrotas que lo llevaron a la ruina. Tuvo que vender sus casas de Egipto y Jartum, y su casa de los Estados Unidos fue embargada, aunque la pudo recuperar posteriormente. Bol estuvo viviendo en una casa alquilada en los suburbios de Khartoum, con dos esposas, un hijo y 14 parientes.

No tenía trabajo y mientras su salud se lo permitió ejerció como jefe de los dinka, organizando bodas, mediando en conflictos entre miembros de la tribu y aconsejando a los más jóvenes. De vez en cuando se prestaba a algún evento deportivo-benéfico-publicitario para obtener ingresos para sus causas humanitarias. Así Manute llegó a ser el boxeador, el jinete y el jugador de hockey más alto del mundo.

“No hay manera de que pueda poner dinero en mi bolsillo mientras mi gente es maltratada" dijo "todo lo que pueda hacer para ayudar a mi pueblo lo haré"

Muchos de sus familiares fueron aniquilados por las etnias de Darfour, pero cuando estos últimos pasaron de ser verdugos a víctimas, Bol fue el primero en hablar en su favor. Como cristiano le dijo a su gente que los enemigos no eran los musulmanes, los enemigos eran los extremistas de cualquier confesión. Por ello era frecuente que las visitas de Bol a los distintos lugares en conflicto fueran premeditadamente interrumpidas con bombardeos de los señores de la guerra que veían en el una amenaza a su status.

Con los años, su salud se fue deteriorando. A la artritis persistente, hubo que sumarle problemas hepáticos, el síndrome de Stevens-Johnson y las secuelas de un grave accidente de tráfico en 2005 que lanzó de forma increíble su larguísmo cuerpo fuera del taxi en el que viajaba de pasajero.

En mayo con el fin de ayudar en combatir los posibles fraudes en las elecciones sudanesas Bol pospuso su regreso a Estados Unidos donde debía seguir su tratamiento.

A su vuelta tuvo que ser ingresado de urgencia en un Hospital de Virginia del Norte donde murió en el día de ayer.

Descanse en paz, y que el futuro para Sudan sea ese por el que luchó.