Últimamente me he descubierto leyendo mucho a Paul Auster. Es un tipo curioso, que escribe como si lo hiciera para él y que me engancha con su prosa.
Un ejemplo: "Cuando vives en la ciudad, aprendes a no dar nada por sentado. Cierras los ojos un momento, o te das la vuelta para mirar otra cosa y aquella que tenías delante desaparece de repente. Nada perdura, ya ves, ni siquiera los pensamientos en tu interior. Y no vale la pena perder el tiempo buscándolos; una vez que una cosa desaparece, ha llegado a su fin."
Este es uno de los primeros párrafos con los que empieza el libro, que es una carta de una chica llamada Anna que escribe a su novio, relatándole sus peripecias en la búsqueda de su hermano en una ciudad en cuyo interior hay un hervidero de situaciones límite, muchas de ellas centradas en la muerte y en su venida. Es un libro que te hace pensar, pequeño pero intenso, sobre todo por las reflexiones que va vertiendo Anna de todo lo que le rodea y de cómo lo ve ella a través de sus ojos.
Mi primera recomendación del año.
Feliz 2009!
2 comentarios:
Está muy bien la forma en como nos lo presentas, muchas gracias!! La verda es que nunca he leído a Paul Auster, aunque sí que he oído hablar de él. Un besito.
No tengo nada que decir respecto a Paul Auster, excepto que es un excelente escritor a mi parecer. Cuando descubrí ese pequeño librito, de unas escasas doscientas páginas, me enganché a este autor. Claro está que entre libro y libro, debo desconectar un poco de él, pero es imposible reconocer su prosa, tan magnifica y profunda a la vez. Este hombre es un maestro en cuanto a la crítica de nuestra sociedad a través de sus símil... Este libro te lo puedes leer tantas veces como quieras que siempre sacarás algo positivo.
Por cierto, Megami, te recomiendo que te leas Tokyo Blues de Murakami, otro genio a la hora de contar historias.
Estos dos escritores tienen una clara influencia Kafkiana.
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