Para escapar del laberinto del Minotauro Ícaro consiguió volar agitando como un loco las alitas que su papá Dédalo le había regalado por su cumple. Aparte de agotador, encima el sol fundió la cera de sus alas y el pobre Ícaro perdió las plumas y se pegó un piñazo. Probablemente Ícaro fue el primer "pupas" de la antigüedad.
Para evitar estos inconvenientes, los modernos ícaros se visten de ardillas voladoras. Os invito a gozar de unos saltos espectaculares sobre los fiordos noruegos. Disfrutad de las vistas y de la música.
Pero si no os podéis permitiros en este momento estos gastos, probad los saltos desde la terraza de casa con unas bolsas del Corte Inglés pegadas al cuerpo. Es sencillo, pero mejor si vivis en un primero.
Ostia Rostam!!!no sabia que tu estabas por aquí también,felicidades,me enlazaré este proyecto blog y así os seguiré de cerca a Max, eulogio y a tí. Un saludo
1 comentarios:
Ostia Rostam!!!no sabia que tu estabas por aquí también,felicidades,me enlazaré este proyecto blog y así os seguiré de cerca a Max, eulogio y a tí.
Un saludo
Isa
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